viernes, 26 de diciembre de 2008

Carta del soldado fantasma


En trazos de aire calido de poniente deseo
escribir anhelantes versos que no sean nunca olvidados
miro a mi alrededor se duerme el silencio
escucho prosas de poe de antiguos poetas fallecios
y en su mundo de inspiracion me encuentro
con las caricias de tus manos siempre calidas
protegiendo los pliegues de mi piel dulzemente grabando
el paso de las estrellas de los vivos.

Retozo queriendo hallar el verso que sea exacto
que detenga las horas reviviendo los mares etereos
de crisoles relatando el paso de un soldado
a los bellos jardines de los cuerpos dormidos
donde se encuentran con esas bellas sonrisas perpetuas.

Se que no soy ejemplo a poder seguir
habito entre versos que parecen siempre estar ocultos
y no se si hago la chispa arder
o solo soy palabras en confusos grabados tintados
pero como el soldado halle lugar para descansar.

Las voces rotas de espejos tatuados en silencios
ya no puedo escuchar en vuelos siempres constantes
ha llegado momento de ser susurro en labios
de ser en ti los recuerdos mas bellos.

Y te veo Dormir abrazada a la fotografia
me parte el alma debes tu vida continuar
en un mañana mi mirada podra ser tuya
y juntos podremos los dos volver a sonreir
ahora amada esta es mi silenciosa partida hasta
que el destino nos haga por fin hallar
nuestras dos almas en la calma del alba.

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